No existe principio ni final.

Tu mirada despierta,

aquellas pasiones prohibidas.

Te cuelas entre mis sueños,

 cual arena bajo el sol.

Y mi cuerpo se estremece,

con  el movimiento de tus pasos.

Solo pensar en tus besos,

no existe principio ni final

Siento en tus caricias,

la infinidad de la dulzura

Y entre tus brazos,

el aroma de las rosas.

Y en vigilia,

es tu perfume,

quien cuida de mis sueños.

Y son tus labios,

capaz de iluminar mis sonrisas,

de secar mis lágrimas.

Es el vértigo que crece,

al dejarnos llevar.

Escalando uno a uno los sentidos

llegando hasta la cima,

y sin querer,

sentir, entonar, aquellas,

las más bellas notas.

Son instantes,

perdidos en el tiempo,

que no quieren perecer.

Son miradas cómplices,

escondidas de la gente,

resguardadas del olvido.

Y es así que en el tiempo,

en tu compañía,

no existen las medidas ni el dolor

y en mi vida, mis recuerdos,

No existe principio ni final